Vivir con el riñón de mi madre

Me llamo Denis, tengo 14 años y soy de Rumania. Cuando tenia 7 años mi riñón no funcionaba bien y la hermana de mi madre pensó que fuéramos a España para transplantarme el riñón derecho.

Al año toda la familia nos fuimos a vivir a Motril. A los dos meses de llegar me mandaron a Sevilla para que me hicieran las revisiones allí. Cuando iba con mis padres a las revisiones empecé a conocer a los doctores/as y a los enfermeros/as, que me han ayudado mucho y me han tratado muy bien.

Mi doctora, Ana Sánchez,  decidió que mis padres se hicieran las analíticas para ver si eran compatibles conmigo y poder donarme un riñón. Después de acabar con las analíticas, que duro una semana, a mi madre y a mi padre le salio positivo, pero mi madre decidió  donarme el riñón ella por que mi padre tenia que trabajar.

Alrededor de los cinco meses, la doctora nos llamo por el teléfono móvil para decirnos que teníamos que ir a Sevilla a operarme yo y mi madre. Llegamos el día siguiente, mi madre tenia que irse a otro hospital (Hospital General) y yo quedarme en el Hospital Infantil. Esta separación me resultó difícil.

Cuando llegó la hora de operarme yo estaba llorando porque tenía miedo y mi familia también. Vino el enfermero a llevarme al quirófano y yo seguía llorando. Cuando vino el doctor a la sala de operaciones, yo y mi padre continuábamos con mucho miedo y emocón.  Mientras,  mi madre estaba con mi tía en el otro hospital operándose.  Después de 12 horas tenía el riñón de mi madre y los dos estábamos sanos.

Todo salió bien y ahora me encuentro muy bien.

Quiero agradecer a mi madre haberme donado un riñón.

D.A. 14 años

 

 

 

 

 

 

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