1. Ahorramos energía y luchamos contra el cambio climático
Menos consumo de energía. Si reciclamos reducimos el trabajo del transporte y elaboración de nuevas materias primas, lo que lleva a una disminución importante del uso de la energía necesaria para llevar a cabo estos procesos.
2. Fabricamos nuevos productos
A través del reciclaje se crean nuevos productos. Aunque nunca te hayas parado a pensarlo, hay objetos cotidianos que nacen a partir del reciclaje.
3. Creamos puestos de trabajo
Reciclar en casa supone preservar el medio ambiente y algo tan importante como ayudar a la creación y al mantenimiento de puestos de trabajo. Porque el proceso de reciclaje de residuos necesita de empresas y personas trabajadoras que recojan los distintos materiales y los clasifiquen.
4. Mantenemos el medio ambiente
El vertido de las basuras domésticas o los desechos procedentes de la industria, como son los tintes textiles o los productos químicos agrícolas, están contribuyendo a contaminar ríos del planeta, mermando su riqueza natural y destruyendo los hábitats de muchas especies.
5. Usamos menos materias primas
Si reciclamos el vidrio, el papel o el plástico ya no hay necesidad de hacer uso de tantas nuevas materias primas para fabricar productos.
